Para recomponer un poco la compostura, después del post anterior, les posteo aquí una nota sobre León Tolstoi, un escritor increible!!!
Que según parece, tuvo una vida igual de suculenta que sus obras. Encontré este artículo en la revista Ñ del diario Clarín. Se los recomiendo.
Las confesiones de León Tolstói
Un retrato en movimiento. "Para vivir honradamente -decía el escritor- es necesario desgarrarse, confundirse, luchar, equivocarse, empezar y abandonar, y de nuevo empezar y de nuevo abandonar, y luchar eternamente y sufrir privaciones. La tranquilidad es una bajeza moral".
¿Qué retrato aparece? Un hombre impetuoso, apasionado, fogoso, descarriado, de aguda inteligencia, mezclado todo ello con un sentimentalismo exacerbado, en autoanálisis permanente y en búsqueda ansiosa de la verdad. Un sentimentalismo que no le impedía ser cruel con Shakespeare o retar a duelo a Turguenev, después de escribir que él perduraría más que Dostoyevsky, a quien no conoció, "un hombre en el que -reprochaba- todo es lucha".
Una personalidad compleja y contradictoria, lector de Buda, Mahoma, Lao Tse, la Biblia, Epícteto, Kant, Nietzsche, en francés, inglés, alemán, griego, atormentado por dejarse vencer por la práctica del sexo, que encontraba "repugnante" y no conseguir el ajuste ideal entre su ética y su vida. A Selma Ancira, sumergida en el mundo Tolstói durante ocho años, aún le siguen sorprendiendo las paradojas: de cazador entusiasta a naturista vegetariano, de bebedor, jugador y fumador empedernido a fomentar ligas antialcohol y antitabáquicas, de escribir, en 1854, en la campaña del Cáucaso frases como "es cierto que es un placer un poco extraño el ver a las personas matarse unas a otras", a ser un defensor de la resistencia no violenta que se carteaba con Gandhi. Un Tolstói que consolaba a un amigo postrado: "No se aflija por su enfermedad. Está bien estar enfermo. De otra manera sería demasiado difícil morir".
¿Qué retrato aparece? Un hombre impetuoso, apasionado, fogoso, descarriado, de aguda inteligencia, mezclado todo ello con un sentimentalismo exacerbado, en autoanálisis permanente y en búsqueda ansiosa de la verdad. Un sentimentalismo que no le impedía ser cruel con Shakespeare o retar a duelo a Turguenev, después de escribir que él perduraría más que Dostoyevsky, a quien no conoció, "un hombre en el que -reprochaba- todo es lucha".
Una personalidad compleja y contradictoria, lector de Buda, Mahoma, Lao Tse, la Biblia, Epícteto, Kant, Nietzsche, en francés, inglés, alemán, griego, atormentado por dejarse vencer por la práctica del sexo, que encontraba "repugnante" y no conseguir el ajuste ideal entre su ética y su vida. A Selma Ancira, sumergida en el mundo Tolstói durante ocho años, aún le siguen sorprendiendo las paradojas: de cazador entusiasta a naturista vegetariano, de bebedor, jugador y fumador empedernido a fomentar ligas antialcohol y antitabáquicas, de escribir, en 1854, en la campaña del Cáucaso frases como "es cierto que es un placer un poco extraño el ver a las personas matarse unas a otras", a ser un defensor de la resistencia no violenta que se carteaba con Gandhi. Un Tolstói que consolaba a un amigo postrado: "No se aflija por su enfermedad. Está bien estar enfermo. De otra manera sería demasiado difícil morir".
El link a la nota es: http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2008/09/26/_-01768492.htm
Pasen y vean!!!
3 comentarios:
Lei hace tiempo una biografía muy buena de Tolstoi, sí que era un capo! Cuenta por ejemplo que se carteaba con Ghandi, a quien en parte inspiró sus ideales. Pero era muy nihilsta el ruso, después de todo. Un abrazo!
Y bueno, q lindo q pesar de todo todavía él podía pensar de esa manera. Lástima q se enrolle tanto!!! igualmente Ana Karenina me encantó!!!!
Muy qué??!! Este con sus palabras raras!!!
;D
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