martes, 26 de agosto de 2008

Desayuno con cianuro

Hola!!!!
Hace un buen tiempo que no me daba una vuelta por aquí, así que hoy bombardeo mi blog con información!
Aquí les copio el link y una introducción de esta nota que me pareció muy interesante.
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/futuro/13-1986-2008-08-26.html
Con fines de exploración, para silenciar voces, para suicidarse y, también, para segar la vida de los condenados a muerte en algunos estados norteamericanos, el cianuro fue y es un arma de múltiples usos y delgados filos. Adolf Hitler y su lugarteniente Joseph Goebbels, Yiya Murano y el represor Héctor Febres; todos ellos, de alguno u otro modo, probaron las mieles de esta sustancia venenosa.
Espero seguir con noticias prontamente, pasen, vean y lean.

Proponía elegir a la monja más linda, pero al final no lo dejaron

La propuesta duró muy poco, lo suficiente como para levantar una polémica que dio la vuelta el mundo. Un sacerdote católico del sur de Italia convocó a través de su blog a un concurso de belleza. Por si eso fuera poco, pretendía que las concursantes fueran monjas. Pero no soportó la presión: tuvo que retirar el blog y salir a dar explicaciones. Dijo que sólo pretendía subrayar la belleza de la vida religiosa entre las hermanas.

El cura Antonio Rungi invitó a través de Internet a las religiosas de entre 18 y 40 años a enviarle una foto, para colgarlas en su blog. La idea era realizar a principios de setiembre la elección de "Miss Suora 2008".

Novicias o profesas, a las aspirantes se les pedía fotos "bellas y expresivas" que "puedan significar y decir algo, tanto en el plano estético como en el espiritual". El voto final era de los internautas .
"Vivimos en tiempos en los que la visibilidad es importante para hacer conocer el instituto o el carisma de una fundación religiosa", había dicho Rungi.

En el imaginario colectivo, decía, "existe la idea de la monja triste, desilusionada de la vida, no realizada en el matrimonio o en los sentimientos, a veces decepcionada también social y profesionalmente".

De esta manera Rungi daba un paso más largo de los que ya viene dando. Religioso pasionista, se lo conoce por iniciativas como el rezo del rosario en una playa junto con los veraneantes, en dos cabinas transformadas en sacristía.

En su sitio de Internet, disponible en http://xoomer.alice.it, también se reseña su iniciativa para llegar a la grey católica que se va de vacaciones. Propuso utilizar como medio a los teléfonos celulares para que los interesados en recibir un pensamiento propuesto y firmado por él mismo reciban "un mensaje espiritual por día". Y aclaraba que "sin pagar nada". Pero esta vez parece que llegó demasiado lejos.

Recibió muchas críticas y también amenazas. Una de ellas dijo que "acabaría en el infierno". Así, se sintió obligado a cerrar el blog, "sobre todo para proteger a las interesadas".

Rungi respondió furioso a las críticas. "Hubo sólo una gran confusión; quien entendió mal quizá no era en buena fe. Hubo personas que intencionadamente lo malinterpretaron y decidieron especular sobre una iniciativa inocente".

Insistió con que el concurso para la monja más bella "tenía como único objetivo contar en la Web la vida en los conventos, narrar la vida más bella de las religiosas; eso es todo".

En su sitio, aunque retiró el blog, defendió su idea, "aquella de llamar la atención sobre el mundo de las hermanas, a menudo no consideradas y no valorizadas adecuadamente por la sociedad". Y explica el fin último: "Muchos monasterios en Italia están muriendo por falta de vocación".

¿Quién es el dueño del ratón Mickey?

Las dudas sobre la autoría del Mickey Mouse original que apareció por primera vez en el corto de animación Steamboat Willie (1928) han sobrevolado desde hace años sobre la compañía creada por Walt Disney en 1923, una época en la que la legislación sobre propiedad intelectual daba sus primeros pasos.

El debate que informa hoy el diario Los Angeles Times se centra en quién fue el responsable de dar vida al ratón de orejas negras y nariz respingona que protagonizó aquel filme en el que junto al nombre de Disney aparece el del dibujante Ub Iwerks y la productora Cinephone.

Según la confusa normativa estadounidense de la época, los derechos de autor estarían vinculados a la persona o entidad que apareciera más cerca del término "copyright", en este caso Cinephone e Iwers, aunque esta versión está abierta a diferentes interpretaciones.

Esa tesis es considerada "frívola" por los actuales gestores de Disney, pero se podría defender ante un tribunal tal y como se desprende de varios estudios elaborados en universidades de Estados Unidos sobre el asunto.

La compañía defiende que la película lleva por encabezamiento "Disney Cartoons" y "A Walt Disney Comic", lo que debería ser suficiente para probar a quién pertenece el personaje.

Al cuestionarse la paternidad de Mickey Mouse, se siembra la duda acerca de quién tiene los derechos para explotar al roedor en la actualidad.
Disney ha pagado hasta la fecha la renovación de la propiedad intelectual sobre el ratón que cumplirá 80 años y sobre el que, de acuerdo con la ley, tendría control en un principio hasta 2024, cuando expirará el máximo de 96 años de prórroga aceptados en Estados Unidos para obras anteriores a 1963.

Aún así, en trabajos efectuados en varias facultades de leyes de Estados Unidos se llegó a la conclusión de que existe una excesiva ambigüedad sobre quién realmente fue el autor del personaje y que, aunque Disney pagara los derechos durante todo este tiempo, existiría margen legal para discutir la propiedad de Mickey ante un juez.

Si se demostrara que no es de Disney, Mickey Mouse, un personaje tan conocido como Papá Noel, podría "romper" el contrato que tiene en exclusiva con esa empresa para convertirse en un roedor sin ataduras legales, que lo mismo podría aparecer anunciando salsa de tomate que como mascota de un equipo deportivo.

Eso sí, en todo caso sería la imagen del Mickey Mouse primitivo, cuyas formas son ligeramente diferentes de las actuales y con la que muchos no identificarían al popular roedor. Para ello, primero debería presentarse el caso ante una corte federal en la que a buen seguro Disney defendería hasta las últimas consecuencias la propiedad de su insignia.

Existe el precedente de un ex empleado de la compañía, Gregory S. Brown, que tras años de trabajos en los archivos de Disney descubrió errores en los registros de propiedad intelectual de alguna obra de los años 30 y trató de aprovecharse.

Disney fue a juicio, Brown perdió y tuvo que hacer frente a los costes que ascendieron a 500.000 dólares.